La primera mujer de Adán, la desconocida, que se cansó de escuchar su cháchara interminable y de verlo cazar por el Paraíso, y harta del aire de injusticia que se respiraba a su alrededor, se marchó, fiel a su naturaleza espiritual de demonio. Entonces llegó Eva, y ya se sabe que segundos platos nunca fueron buenos... la pánfila se dejó engañar por la serpiente, y de ahí la fama que tenemos todas.
Lilith, aquella que surgió al mismo tiempo que Adán de las manos del Creador es, según el mito, una criatura espontánea y libre, de fascinante belleza, que posteriormente se convirtió en un ente maléfico, en un ser de la oscuridad pero que, en todo caso, guarda en sí, como símbolo, un sentido que la emparenta con la Gran Madre de las civilizaciones antiguas, sobre todo en su aspecto tenebroso.
Lilith, aquella que surgió al mismo tiempo que Adán de las manos del Creador es, según el mito, una criatura espontánea y libre, de fascinante belleza, que posteriormente se convirtió en un ente maléfico, en un ser de la oscuridad pero que, en todo caso, guarda en sí, como símbolo, un sentido que la emparenta con la Gran Madre de las civilizaciones antiguas, sobre todo en su aspecto tenebroso.