Sin moto, sin pasaporte y perseguido por la Interpol, por gilipollas
Los gilipollas: una teoría
En Assholes, a Theory, James define a los gilipollas como “esa clase de tipos que se creen autorizados para gozar de ventajas especiales en la vida cooperativa a partir de un sentido de la legitimación que les inmuniza contra las quejas de los demás. Y en tanto están inmunizados sienten que no tienen que respetar a los demás”.
Estas personas se saltan los límites de la convivencia, al igual que pueden hacer los delincuentes, pero la diferencia estriba en que ellos no tienen ninguna sensación de estar haciendo algo ilegal o inmoral. Pueden saltarse una cola, no pagar impuestos o pisar el cuello a los demás, pero siempre con la sensación de que tienen todo el derecho a ello porque son especiales, justificándolo porque son genios, porque ocupan un lugar destacado en la sociedad o porque los poderosos nunca han rendido cuentas. Lo que les distingue como assholes, advierte James, es esa certeza sobre la moralidad de sus actos. No se están saltando las normas, simplemente están actuando como les corresponde.